Pasando de la jarcha al zéjel parece que nos alejamos todavía más en ese mágico y misterioso viaje que nos lleva cada vez más lejos hacia el nacimiento de nuestros idiomas romances, de nuestro pensamiento, de nuestros sentimientos y de nuestra manera de ver la vida. Y todo de la mano de la poesía. Pero también acompañados de la música porque cuando más popular es el verso más es canción. Sin olvidar que lírica viene exactamente de lira, que es como decir de música.
Ibn Quzman es el hombre del zéjel. Parece ser que su fracaso en otros estilos más cultos lo obligó a cultivar esta poesía de lo más popular. El zéjel llega hasta Lope de Vega y a nuestros días.
Un zéjel antiguo habla de la primavera y el amor:
El zéjel Las tres morillas es musicado por García Lorca y cantado por Teresa Berganza y también por Ana Belén más recientemente en su extraordinario Lorquiana.
Ibn Quzman es el hombre del zéjel. Parece ser que su fracaso en otros estilos más cultos lo obligó a cultivar esta poesía de lo más popular. El zéjel llega hasta Lope de Vega y a nuestros días.
Un zéjel antiguo habla de la primavera y el amor:
Entra Mayo y sale Abril,
tan garridico le vi venir. PRELUDIO
Entra Mayo con sus flores,
sale Abril con sus amores, MUDANZA
y los dulces amadores
comienzan a bien servir. VUELTAEl zéjel Las tres morillas es musicado por García Lorca y cantado por Teresa Berganza y también por Ana Belén más recientemente en su extraordinario Lorquiana.
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
a Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
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